miércoles, 11 de junio de 2014

Mercado (Formacion de los precios) (23)

Formación de los precios: análisis elemental.

Como ya se dijo, en un mercado se encuentran consumidores y productores, quienes tienen que ponerse de acuerdo para que se pueda concretar una transacción. Pero, este acuerdo tiene, necesariamente, que conciliar los intereses u objetivos de cada parte.

El objetivo que persiguen los productores es maximizar su ganancia, vale decir que la diferencia entre los ingresos derivados de la venta de su producción y los costos de ella, sea la mayor posible. A la vez, el consumidor persigue, a través de sus compras, elevar al máximo su nivel de utilidad o bienestar, es decir, adquirir la mayor cantidad de bienes y servicios con su ingreso.

a) Factores de los que depende la decisión de adquirir un determinado bien o servicio.

Un análisis elemental enseña que lo que estará dispuesto a adquirir, cualquier consumidor, de un determinado bien, depende, fundamentalmente, de su precio. Pero, lógicamente, el precio no es el único factor para decidir una compra; hay otras razones que contribuyen a la decisión del consumidor, como son:

- Los gustos o preferencias, ya que si un determinado bien no es del agrado del consumidor, aunque el precio tenga poca importancia, no le va a interesar,

- El ingreso del consumidor, puesto que le fija su capacidad de compra.

- Los precios de los bienes relacionados, dado que, frente a un elevado precio, el consumidor tiene la posibilidad de adquirir un sustituto que le brinde similar satisfacción. Es el caso, por ejemplo, del té y el café.


b) El comportamiento del consumidor y la función de demanda.

El análisis del comportamiento del consumidor se centrará, ahora, en la decisión de adquirir bienes sólo en función del precio, vale decir, se supondrá que los demás factores mencionados en el punto anterior no varían. Cada consumidor, en un determinado momento, tiene un comportamiento dado en relación con los precios y las cantidades que él estaría dispuesto a adquirir de un bien. Este comportamiento se puede expresar en una tabla de demanda, como la siguiente, extractada de un mercado de granos de Estados Unidos.

Para cada precio, hay una cierta cantidad que los compradores estarían dispuestos a adquirir. En la medida en que los precios bajan, aumenta la cantidad que, los consumidores, estarían dispuestos a demandar.

Cuanto más sube el precio de un bien en el mercado, los consumidores están dispuestos a adquirir una menor cantidad de ese bien y viceversa. Este es un principio universal y se fundamenta en el hecho de que al subir el precio, el consumidor dispone de un ingreso real menor, no obstante que su ingreso monetario sigue siendo el mismo. Para este efecto, se define como ingreso real la capacidad de adquisición de bienes y servicios en el mercado.

Una segunda razón de por qué es menor la cantidad de un determinado bien que está dispuesto a adquirir un consumidor, cuando sube el precio, es que éste trata de sustituir el bien por otros.


c) La función de oferta y el comportamiento del productor.

Hasta aquí se han visto los principales aspectos relacionados con la disposición a adquirir bienes que tiene un consumidor o demandante. Ahora, se analizará lo que sucedería con los oferentes que son los que deciden producir para vender en un mercado.

Se verá, primeramente, los principales factores de los que depende la decisión de producir un determinado bien o servicio. Estos factores son varios, pero, para no introducir mayores complicaciones, sólo se considerará los dos más importantes: el precio al cual se está dispuesto a vender y los precios de los factores productivos necesarios para producir el bien o el servicio considerado.
Obviamente, los factores anteriores son determinantes para los intereses del proveedor: el precio de venta determina sus ingresos y el precio de los factores productivos, sus costos. Se debe tener presente que el beneficio económico del productor se determina por la diferencia entre ambas magnitudes.

Si ahora se realiza un análisis parecido al que se hizo en relación con la tabla de demanda, es decir, se ven las decisiones que adopta un productor, de vender, según la posibilidad de hacerlo a determinados precios, se podrá observar que la cantidad de un bien que se está dispuesto a vender varía en el mismo sentido en que se modifica el precio, es decir, al revés de lo que ocurría en la función de demanda. Ello se debe a que al aumentar el precio se incrementan los ingresos del productor con lo cual se elevan sus utilidades.

La aseveración anterior se puede comprobar a través de la tabla de oferta de trigo en un mercado, la que se presenta a continuación.


d) La formación de los precios : Equilibrio entre oferta y demanda.

Dentro del análisis se ha considerado, hasta aquí, que todos los precios son posibles de darse en el mercado. Pero, verdaderamente, ¿son todos los precios posibles?. La curva de oferta y la de demanda por sí solas no son suficientes para explicar el precio que podría darse en un mercado, pero sí, a través de la combinación de ambas.

A continuación se planteará un sencillo ejercicio para probar lo anterior. En la opción A el precio es US$5 y a este precio los productores están dispuestos a vender 18 (mill de qq) por mes, pero, a ese precio, los demandantes sólo estarían dispuestos a comprar 9(mill de qq) ¿Qué pasaría si el productor perseverara en el precio de los US$5? Naturalmente, sólo vendería la mitad y acumularía “stock”. Dicho “stock” se traduciría, próximamente, en una sobre oferta en el mercado la que haría bajar el precio y con ello el productor vería perjudicadas sus utilidades.

Continuando con el ejercicio, se podría determinar si son factibles las otras opciones de precio a las que pretende vender el productor, llegándose a la conclusión de que, el único precio posible o sustentable, en el mediano plazo, es el de US$ 3, porque, a ese precio, la cantidad que se dispondrían a comprar los consumidores se igualaría con la cantidad que se dispondrían a vender los productores, es decir, a ese precio se igualarían las funciones de oferta y de demanda. Este es, en consecuencia, el precio de equilibrio, o sea, aquel que significa un óptimo desde el punto de vista económico, ya que representa el máximo bienestar para el consumidor (porque el precio es el menor posible) y la máxima ganancia para el vendedor (porque el precio es el más alto que éste podría obtener). En este punto se concilia la racionalidad de ambos agentes económicos.

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